¡Ay sí!

ajáa

January 13, 2006

Caminaba yo

Hola que tal, yo acostumbro caminar por la calle, probablemente algunos de ustedes no ya que nacieron en coche, pero sí, la calle tambien es para caminar (al menos la banqueta). Hoy pasaba velozmente por una acera cuando recordé un cuestionamiento que me ha atormentado desde hace algunos (varios) meses: ¿Qué clase de efecto misterioso tienen esas botellas de agua que los vecinos ponen intencionalmente en sus pequeños jardines banqueteros? Se dice y se comenta que es para que los perros no hagan de las suyas, algo así como las bolsas de agua que cuelgan en los puestos de los mercados para que se vayan las moscas..., si yo fuera perro o mosca la verdad es que se necesitaría más que una botella o una bolsa con agua para que dejara de hacer lo mío donde me plazca, estoy seguro que no funciona, aquí un mito más de nuestra ciudad surreal...

4 comments:

DeVelascoG said...

¿Y que hay de esas botellas que también dejan en las banquetas, pero que el agua tiene un todo color Manzanita Sol, aunque esté en una botella de CocaCola? ¿Eso es para espantar a los vecinos para que no hagan de las suyas?

am said...

Es como cuando pintan de blanco parte del tronco de los árboles para que no se les suban las hormigas... ¿Eso realmente sirve? ¿Qué tiene de peligroso que las hormigas suban a los árboles?

aminsarur said...

o como cuando la gente se come un calzón rojo por cada mes del año el primero de enero

El Justo Medio said...

que yo recuerde, no nací en coche.

ATENCIÓN invasores del espacio