El Otro Día
El otro día estaba yo buscando un lugar dónde descansar, perdí mi departamento así que no había dormido durante varias noches, es difícil acostumbrarse a vivir en las calles y más si un rumbo fijo... ese día me senté en la banca de un parque, era ya la tarde y el ardor del día soltaba lengüetazos sin compasión. Observaba la calle a través del aire viscoso que subía del suelo a las copas de los árboles para asfixiarlo todo, noté el tono ocre de las cosas y el sonido ensordecido de la vida gracias al peso de la tarde -tengo hambre- pensé, pero no había forma de conseguir alimento alguno, bajé la cabeza y cerré los ojos, toque mi pecho hasta sentir el palpitar de mi corazón en su totalidad -pum pum, pum pum, pum pum- y luego nada, un silencio muy largo en los intervalos de sus latidos, después una voz: -hemos tomado tu corazón, chaparro, haznos el favor de abandonarlo- cerré el puño que aún buscaba los latidos desaparecidos, lo tomé con fuerza mientras pensaba que ya me había pasado algo parecido antes pero sin recordar con exactitud, bajé la mano y dejé mi corazón en aquella banca de metal ardiente justo cuando el cielo se tiñe rojo y parece quemarse toda la tierra.
2 comments:
¡Chaparro, tenemos tu blog!
ah que mas da, ya tienen todo....
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