Pero eso no fue lo más trágico de la noche. Yo había ido a corretear al señor de las cervezas, quien estaba muy ocupado viendo el partido en lugar de vendernos unas deliciosas cervezas. Antes de ir tras dicho fulano, noté que el tipo que estaba junto a mi primo estaba muy molesto, demasiado, por el desempeño de la máquina y el pésimo arbitraje. "¡Cómo se apasiona la gente sencilla! Es como un sueño de locos sin fin" pensé.
Justo cuando regresaba a mi lugar -con la promesa del cervezo de llevarnos nuestras cervezas a la brevedad - el árbitro cometió una arbitrariedad: ¡anuló un gol del Cruz Azul! Todo el estadio se deshizo en en invectivas contra el árbitro y su madre. Entre los gritos de "¡UULEEERO, UUULEERO!" escuché un aullido, era el vecino de mi primo pero, había sufrido una transformación. Lo que sigue no lo puedo describir, es posible que el mismo Sade tampoco pudiera, además el dolor que me produce recordar aquellas temibles escenas, el recuerdo de mi difunto primo... no puedo.
La fortuna se ha reido de mi, ja ja, Pero afortunadamente ahora los celulares traen cámara:
4 comments:
Que increíble está la perra brava. A propósito, lo de la gente sencilla y su pasión por Bailando por un premio es de destacar.
Es cierto, alguien debería hacer un post de eso...
estoy en eso, los lineamientos aportarán información valiosa sobre como separar a los ñoños de los chidos
el primo noooooooooooooooooooo, primoooooooooooooooooooooo, oye ¿no será hora de convertirnos en algo así como la perrera municipal? debe de haber algún sometimiento en venganza.... ya sé, hay que quemar una llanta en el estadio
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