Este pobre individuo llamado Nicolás Blanco estuvo encerrado en un elevador de un edificio de McGrawHill desde un viernes en la tarde ¡hasta el lunes siguiente en la mañana!
Esa una razón para aprovechar nuestros fines de semana. Uno nunca sabe cuándo se puede quedar atorado en un elevador.
No sé a ustedes pero a mí me dan un poco de asco las oficinas por que son un espacio que todo mundo odia y del que salen corriendo en cuanto pueden. Pobre Niculás. Recordemos a Nicolás.
vía: esquizopedia
4 comments:
Yo no creo, no se ve que haya ni miado ni cagado. Fueron tres días!
y para que quieres ver a alguien cagando
No, lo que quiere decir es que no hay ni charcos ni nutrias tiradas por ahi
pues salió en corriendo a lo mejor fue al sanitario. Muy sanitario Nicolas.
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